La Presidenta y su mejor amiga
- fnmendoz
- 25 may 2017
- 5 Min. de lectura
El 2017 ha sido un año intenso para el sistema político de Corea del Sur. Este martes se inició el juicio en contra de la ex presidenta Park Geun-hye, tras su destitución en marzo pasado. Un escándalo de corrupción, que remeció a la sociedad surcoreana, fue el causante del anticipado fin del gobierno de la mujer de 65 años, quien actualmente arriesga ser condenada a cadena perpetua por su responsabilidad en los hechos. A consecuencia de lo anterior, se realizaron elecciones presidenciales anticipadas en el país asiático, en donde ya asumió un nuevo gobernante dentro de un complejo contexto, tanto local como mundial.

La ex Mandataria es escoltada en el primer día de su juicio, ayer en Seúl.
Park Geun-hye fue la única hija de Park Chung-hee, dictador que gobernó aquel país entre los años 1961 y 1979 (en el coreano, el apellido va antes del nombre, por lo que ambos se apellidan Park). Durante ese régimen, se implementaron una serie de reformas económicas que fueron la base del explosivo crecimiento experimentado por el país en las últimas décadas, posicionándolo en la actualidad, como la onceava economía del mundo. Estos logros, cabe destacar, se alcanzaron mediante la implementación de una dictadura represiva y autocrática, con un extenso historial de violaciones a los derechos humanos.
En el año 1974, mientras el Dictador daba un discurso en el Teatro Nacional de Corea, un agente norcoreano intentó asesinarlo. Al disparar su arma accidentalmente, los guardaespaldas fueron alertados de la presencia del asesino en la sala. El nerviosismo del atacante al verse descubierto por su error, resultó en que ninguna de las cinco balas disparadas lograra el cometido esperado. Sin embargo, una de ellas atravesó la cabeza a la mujer del Presidente, muriendo horas más tarde aquel día de agosto. Como resultado, y con apenas 22 años, su padre la nombra Primera Dama del país asiático.
La Primera Dama Park Geun-hye, y su padre, Park Chung-hee, posan ante las cámaras.
Durante esos años, un cercano colaborador del Dictador surcoreano se acercó a ella y le confesó que su difunta madre se le apareció en un sueño, comunicándole que él tenía la responsabilidad de apoyarla en estos complejos momentos. El hombre, llamado Choi Tae-Min, era también el líder de un culto chamanístico inspirado en el cristianismo. Choi tenía una hija llamada Choi Soon-sil, quien conoció a Park Geun-hye y que con el tiempo logró formar una estrechísima relación con la joven Primera Dama.
En año 1979, el jefe de la inteligencia surcoreana, después de terminar de cenar con el Presidente Park y un grupo de estrechos colaboradores, le disparó al gobernante, quitándole la vida. Nunca quedó claro que fue lo motivó a aquel hombre a asesinar al gobernante. Abruptamente, la dictadura de Park Chung-hee llegaba a su fin.
Movida por el peso de su apellido, Park-Geun hye lanzó su carrera política. Fue electa como representante de la Asamblea Nacional en el año 1998, siendo reelecta por cuatro periodos consecutivos. Su popularidad creció con el tiempo convirtiéndola en una figura política de relevancia nacional. En el año 2012, se realizan elecciones presidenciales en el país. Ella compitió y salió victoriosa de la contienda. Es la primera mujer presidenta en la historia de Corea del Sur.
El escándalo que sepultó su ambición comenzó a hacerse público en el año 2016. Una investigación revelada a fines de julio por un canal de televisión, confirmó que un ex alto funcionario del Gobierno de la Presidenta, presionó a grandes empresas Coreanas a donar recursos a una determinada organización sin fines de lucro. Bajo el nombre de ¨K-sports¨, está institución tenía como principal objetivo promover el deporte nacional en el extranjero. Dos meses después, un medio escrito publica que esta organización había sido fundada y administrada por Choi Soon-sil.
En octubre, otro canal de televisión afirmó haber accedido a documentos sosteniendo que Choi Soon-Sil, sin tener un cargo oficial en el Gobierno, había tenido acceso a información clasificada de la Presidenta, como por ejemplo, borradores de discursos. Al día siguiente, la Mandataria ofreció una conferencia de prensa en donde reconoció los estrechos vínculos existentes con su amiga, afirmando que había recibido asesorías suyas en algunos temas durante su campaña presidencial, y en los primeros meses de su mandato.
Pocos días después, se lanzó una investigación para evaluar la criminalidad de los actos de ambas mujeres. Simultáneamente, en la capital Seúl, se inició la primera de una serie de masivas protestas en contra de la gobernante, las que gradualmente se fueron esparciendo a través del país. Choi quedó atrapada en el ojo del huracán. Se allanó su casa por orden judicial. Se descubrieron una serie de artículos de lujo que revelaron un estilo de vida suntuoso. Las investigaciones confirman como ella se ha enriquecido personalmente a causa de los montos malversados a través de su organización sin fines de lucro. Como toda ciudadana, debió ir a declarar a los tribunales en el centro de la capital surcoreana, Seúl. El caos producido por la enorme cantidad de periodistas apostados en el lugar, hicieron que Choi tropezara y perdiera uno de sus zapatos. Eran de marca Prada y el par supera los 400 mil pesos chilenos. La prensa festinó con la foto del solitario zapato de la amiga de la Presidenta. Algunos medios la llamaron ¨Rasputina¨.

El zapato de la discordia.
El escándalo desplomó la credibilidad de la Presidenta. Su popularidad colapsa y cae bajo el 10%. Al establishment político no le resultó rentable que ella siguiera en la presidencia, por lo que el poder legislativo inició un juicio político en su contra. Ella ofreció renunciar si le aseguraban una salida tranquila del poder, pero los políticos se negaron. La Asamblea Nacional, órgano legislativo unicameral del país de 3oo mimebros, aprobó con 234 votos a favor y 56 votos en contra, la destitución de la mandataria, a fines del mes de noviembre. A consecuencia de lo anterior, sus poderes presidenciales quedaban suspendidos por un plazo de 180 días, en los cuales, la Corte Constitucional debía deliberar sobre la validez de la acusación.
Pasó enero y las protestas populares no dieron tregua. La presidenta se refugió en la Casa Azul, mansión presidencial en donde también vivió con sus padres durante su juventud. Cientos de miles de personas protestan en contra del gobierno y la corrupción. En febrero se revela que el heredero de Samsung, la empresa más grande del país, es arrestado a consecuencia del pago de gigantescas sumas de dinero tanto a la Presidenta como a Choi, con el fin de asegurar algunos favores para su empresa. Los montos superan los 30 millones de dólares. Finalmente, en marzo, el veredicto unánime de la corte constitucional confirmó la destitución de la mandataria.
Mientras tanto, el 10 de mayo de 2017 asumió un nuevo gobernante en Corea del Sur. El día anterior, se realizaron elecciones presidenciales, en donde Moon-Jae In, resultó victorioso con el 44% de los votos. Aquel triunfo representa la vuelta al poder del centro político tras diez años de dominio del partido conservador. La tarea del nuevo Presidente es desafiante: debe unificar a una sociedad polarizada y desconfiada del poder político tras los escándalos de corrupción ocurridos en los últimos meses, y además, lidiar con la amenaza norcoreana que está más latente que nunca. La imprevisibilidad de Kim Jong Un y de Donald Trump, hace que la situación sea delicada. En su programa electoral, el nuevo mandatario afirmó realizar un acercamiento diplomático moderado al vecino del norte, con la intención de mejorar las relaciones entre ambas Coreas. Por ello, el nuevo Presidente podría ser un valioso aporte considerando el estado actual del mundo.
La ex Presidenta Park visitando a la Presidenta de la República.
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