top of page

Elecciones Presidenciales 1999-2000 (2): Todo se acaba

  • fnmendoz
  • 29 may 2017
  • 3 Min. de lectura

La primera vuelta había terminado. Un virtual empate se había producido entre los dos candidatos más votados de los seis en competencia. Eso significaba una nueva elección. Y sería dentro de muy poco. Mas campaña, mas franja, mas carteles. Sonaba interesante. Pero había algo que me tenía preocupado, y a medida que pasaban los días, esta tensión no hacía más que crecer.


Se terminaba el año 1999 y los últimos días del segundo milenio de la historia occidental avanzaban con rapidez. En la iglesia recuerdo como colgaban carteles de propaganda, anunciando con esperanza la llegada del tercer milenio. Otros mil años más de Cristo se presentaban como un mensaje consolador a los feligreses que asistían religiosamente a la misa dominical. Pero para mí este cambio de época no prometía esperanza ni consuelo. Sino que temor, mucho temor.


Todo empezó por mi hermana. Como una profecía apocalíptica, me contaba con un fuego en sus chispeantes ojos azules que la llegada del nuevo año sería una catástrofe. Se iba a acabar la forma en la cual conocíamos la vida hasta ahora ¿Por qué?. La razón era sencilla. Los computadores de la época no estaban capacitados para aguantar el cambio de fecha que implicaba el nuevo milenio. ¿Por qué? Los computadores solo tenían el 1 como opción del primer dígito de los cuatro que componen el año. Como del año 1999 pasaríamos al 2000, los computadores volverían al año 1000. ¿Qué pasaría? Todos los computadores del planeta se apagarían. La luz se apagaría porque se hace con los computadores. Los cajeros automáticos se apagarían porque son computadores. Los computadores se apagarían porque son computadores.


El panorama era desolador. Todo funciona con luz. La casa se volvería a llenar de velas como cuando cortaban la energía eléctrica hace unos meses atrás. Velas grandes, chicas, usadas, intactas, rojas, azules, blancas. Algunas con olor y otras sin. Pero ahí era solo por un par de horas ¡ahora sería para siempre! . Fantasear con eso me revolvía los intestinos. ¿Que haríamos sin plata? No podríamos comprar nada si esas cajas que regalan dinero no funcionan. Se acabaron las idas al supermercado. Se acabó la comida. La diversión. Y muchas otras cosas que se pagan con billetes. No sabía si finalmente íbamos a morir por el hambre o por la oscuridad.


A medida que pasaban los días, la amenaza se hacía más latente. El lenguaje de mi hermana iba tomando una alarmante temperatura mientras el calendario avanzaba con rapidez hacia la fecha anunciada. Como una demagoga populista, como un profeta que traía un mensaje de vida y muerte, recalcaba efectivamente las amenazas que presentaba nuestra retrógrada tecnología. Incapaz de actualizar una simple fecha. Su mensaje apocalíptico, magnético, casi divino me hizo contarle, como un secreto preciado, a algunos compañeros del colegio. La catástrofe acechaba y era mejor estar preparados. Quizás se nos podría ocurrir alguna solución para que las cosas no fueran a cambiar.


Llega el 31 de diciembre. Me despierto y en Sidney ya es el 2000. “No te preocupes si te dicen que el mundo se acaba hoy, ¡en Australia ya es mañana!” (recuerdo haber escuchado esa broma el año pasado en el hostal donde alojé en Moscú) No pasó nada. Quizás los Australianos tenían mejores computadores. O los canguros los salvaron. Pasan las horas, y el resto del mundo recibe el nuevo año. Desde Rusia llegan noticias que el anciano y alcohólico Boris Yeltsin ha decidido renunciar al cargo de Presidente de la Federación Rusa el último día del año 1999. El último día del milenio. Nombra a un desconocido Vladimir Putin como presidente interino hasta que se celebren nuevas elecciones. Que buena idea…


Llega el 2000 en Santiago y no pasa nada.


Vladimir Putin asume "temporalmente" la presidencia de Rusia hasta las próximas elecciones presidenciales del 2000, en donde triunfa.










 
 
 

Kommentare


Donar con PayPal

Presentado también en

 ¿Te gusta lo que lees? Dona ahora y ayúdame a seguir elaborando noticias y análisis. 

© 2023 por "Lo Justo". Creado con Wix.com

bottom of page