Elecciones Presidenciales 1999-2000 (3): El duelo a muerte.

Las tardes de enero son largas, la luz se demora mucho en irse. ¿Qué pasa si esa noche hubiese sido en septiembre? A las 9 de la noche de seguro habría estado totalmente oscuro, y probablemente, extremadamente frío. A las 7 de la tarde hubiese estado igual de oscuro. Incluso lluvioso. Podría haber nevado. Por mucho tiempo, las elecciones fueron en septiembre. Gabriel González Videla ganó un 4 de septiembre del 1946. Lo mismo hizo Eduardo Frei Montalva 18 años más tarde aquella misma jornada.

Empezaba Teletrece, Ricardo Lagos había ganado las elecciones. La esperada segunda vuelta electoral se había terminado. El duelo a muerte había terminado. Uno contra uno. Como en un ring de box. Uno gana y el otro pierde. Era la primera vez en la historia de Chile que había una segunda vuelta en la elección presidencial. Antes, no era necesario. Salvador Allende ganó con el 36% de los votos. Jorge Alessandri hizo lo mismo con el 32% de los votos, en el 1958. Carlos Ibáñez, treinta y un años antes, ganó con el 98% según la versión en inglés de Wikipedia. Mientras, en la versión en español, afirman que triunfó con el 100%.

Mis padres veían la televisión, no se veían especialmente preocupados, como imagino que en muchas otras casas podrían haber estado. El terror al socialismo acechaba. Las memorias de un periodo terriblemente polarizado y dividido volvían. Quizás volverían las expropiaciones. ¿Habría que hacer colas en el Almac o en el Ekono para comprar cosas? Quizás las aparecerían las JAP. O el GAP. Todo era posible. Pero como olvidar que hubo muchas personas felices y contentas por el triunfo del partido Socialista y su candidato. Probablemente a muchos les llegaban recuerdos muy románticos de su juventud. Tanto del colegio como de la universidad. Muchos de ellos creían que podían cambiar el mundo, con sus manos y sus acciones. Muchos sintieron en esos años magia y efervescencia. El individuo como parte colectivo, que se insertaba dentro de un grupo humano extenso. Todos eran uno y el uno era parte de un todo. Era posible cambiar las cosas y creer en un futuro mejor.

En mi caso, prácticamente para todos mis conocidos, perdió el candidato por el cual habían votado o apoyado. Como en el fútbol. No había vuelta atrás. Obviamente yo no estaba tan contento. Si no gana el candidato que ganas, pierdes, y a nadie le gusta perder. Quizás si hubiese hecho frío me hubiese asustado, pero era verano.

Seguramente más de alguna persona culpó a la flojera de sus votantes. Era enero, y la hipótesis era que todos se habían quedado descansando en vez de ir a hacerle un favor a su país. Quizás en dónde. ..

Viña del Mar, Cachagua, Zapallar, Maitencillo, Algarrobo, Santo Domingo, Quintay, Valparaiso, El Quisco e incluso en La Serena. Se sospechaba también, que podrían haber otros en el sur o en el norte. O fuera del país. ¿Miami? ¿París? ¿Río de Janeiro? Quien sabe dónde. La elección estaba perdida y solo había que esperar 6 años más.

elecciones99-2000